martes, 16 de diciembre de 2008

Papito ¿Quién es Papá Noel?



Recuerdo claramente las noches de navidad de mi niñez. Recuerdo haber sido un fiel creyente de aquel personaje gordo, bonachón y de cabellera larga y barba blanca que sonreía a todos con el famoso: Jo, jo, jo.

Recuerdo haber escrito mis pequeñas cartas a Papá Noel pidiéndole que pase por alto mis palomilladas y malas acciones a lo largo de todo el año y se apiade de mi trayéndome mis juguetes preferidos.

Recuerdo haberme echado en mi cama con el firme propósito de no quedarme dormido y sorprender de una buena vez a PapPapá Noel entrando por la ventana de mi casa. ¡Qué iluso era! La ventana de mi cuarto estaba en un tercer piso, y pensaba yo que Papá Noel treparía la pared de la calle para llevarse los zapatos viejos que dejábamos mis hermanos y yo al pie de la ventana luego de dejarnos unos zapatos nuevos.

Recuerdo haber despertado con sentimientos encontrados en la noche de navidad: feliz con mis juguetes nuevos dejados por Papá Noel, y enojado porque una vez más había fracasado en mis intentos de sorprenderlo y verlo en vivo y en directo. No toleraba la idea de esperar un año más para intentar nuevamente encontrarlo “con las manos en la masa”.....

Crecí creyendo en Papá Noel y guardo hermosos recuerdos de esa época. No recuerdo ni cuándo ni cómo me enteré que Papá Noel no existía, y que quienes en realidad pasaban los aprietos con mi pequeña lista de regalos eran desde luego mis padres. Supongo que el hecho de no recordar los detalles de tal descubrimiento significa que esto no representó para mí una desilusión mayor. Probablemente el paso de los años ya me había preparado para descubrir por cuenta propia la verdad de las cosas.




Ayer mi hijo Sebastián me preguntó quién es Papá Noel, y por un momento deseé que su pregunta hubiera sido sobre educación sexual, creo que me habría sido mucho más fácil sortear ese disparo hecho pregunta por mi pequeño hijo. Me fue difícil contestarle porque tenía un sentimiento de culpa de no permitirle vivir la misma ilusión que yo tenía cuando era un niñito como él, pero por otro lado sabía que no debía mentirle y exponerme a que mañana más tarde me reproche el haberlo hecho.

Decidí decirle la verdad y contarle una historia bonita sobre Papá Noel. Le dije que era un personaje que siempre aparece en épocas de navidad y que hay muchos cuentos bonitos sobre él. Tuve que echar a rodar toda mi imaginación para inventar un par de historias que lo dejen en paz.

Eso si, le advertí que hay muchos niñitos que creen que Papá Noel existe y que si él es un niño bueno no debería decirles que Papa Noel es un personaje ficticio. - Que crean nomás ¿no papito? Pobrecitos ¿no papito? – Si hijito, que crean nomás. Ahora duerme ya.

Sebastián al igual que mis sobrinos, han aprendido que navidad es un tiempo familiar, en el que a las 12:00 nos abrazamos, nos besamos, y oramos a Dios agradeciéndole por navidad, y que luego hay un tiempo muy especial en el que abrimos regalos, y desde luego, ese el tiempo más esperado por los pequeños de la casa. Prefiero que cuando tenga mi edad recuerde así sus navidades de niño: Un tiempo de amor y de felicidad, en el que todos nos amamos y hacemos a Jesús el principal invitado de nuestra casa.