domingo, 23 de agosto de 2009

Angelita y El Lobo de Sublime

Hay anécdotas que uno no va a olvidar nunca, y que seguramente serán contadas una y muchas veces más.

Una de las lindas costumbres que tenemos en la familia Rodriguez Huapaya es que en los cumpleaños de algún miembro de la familia todos cuentan historias y recuerdos de quien cumple años. Desde luego las mejores anécdotas se repiten año tras año, y lo curioso es que todos los años causan muchísima risa. Una de esas anécdotas nos pasó a mi esposa Angélica y a mi con nuestra pequeña Angélica Rosalía.

Eran cerca de las 11 de la noche, y nuestra pequeña noctámbula empezó a inquietarse por querer dormir y empezó a fastidiarse, y desde luego a fastidiarnos también. Estábamos echados los tres en la cama (mis dos Angélicas y yo) y la pequeña empezó a pedirle a su mamá que la cargue y la pasee para quedarse por fin dormida. Desde luego le hicimos saber que ella ya está muy grande para cargarla y pasearla para quedarse dormida, y que normalmente ya no lo hacemos. Fue cuando la pequeña se bajó de la cama, se paró al lado su mamá y amagó con una pataleta.

-No la cargues Angélica.
Le dije a mi esposa, y mi hija empezó a salta sobre su sitio queriendo que la carguen (ella no habla aún).

Estábamos con la TV encendida cuando de pronto aparece el comercial de chocolates Sublime en donde sale la Caperucita Roja gritando y corriendo histéricamente, y detrás sale correteándola el lobo feroz (muy buen comercial, me encanta el mensaje).

- ¡Allí está! ¡Allí está el lobo que se lleva a las niñas que gritan como locas!

Angélica Rosalía se quedó petrificada mirando el comercial. Se subió a la cama.
- "¿E´bobo?¿Papá e'bobo?
- Si, el lobo.

Y acabó el diálogo. Un minuto después mi pequeña preciosa dormía plácidamente en mis brazos.

Realmente, cada que recuerdo la imagen no puedo evitar reirme. Ahora nos divertimos con mi hijita, ella imita a la Caperucita y yo imito al lobo. A ella le encanta, y a mi... no se me olvidará jamás.

Para los que no vieron el comercial, aquí se los dejo. ¿Se animan a contar una anécdota graciosa en un comentario?



El Cumpleaños de Sebas


La semana que pasó mi querido Sebastián cumplió 6 años. Ha sido para mi algo muy especial celebrar con él y con toda la familia que él haya cumplido esa edad. Debe ser porque yo tengo muy claros los eventos de mi vida a partir de los seis años. Tengo recuerdos muy vagos de los cinco primeros años de mi vida, recuerdos no muy claros de mis años en el Jardín de la Infancia en la Av. Guardia Chalaca en el Callao y de mis días en nuestra querida casa en Atahualpa en el Callao. Pero mis días en el primer año de la primaria, mis primeras aventuras con mis amigos del barrio, los juegos en la casa con mis hermanos Miguel y Leslie, esos si los tengo muy claros. Eventos como los partidos de la selección para las eliminatorias del mundial España 82, con mi papá y mis hermanos en el Estadio Nacional, mis visitas al viejo estadio Telmo Carbajo para ver a mi querido Sport Boys, mis primeros ensayos en la banda de música de la sección primaria del colegio, las celebraciones de mis cumpleaños y otros eventos más están claramente grabados en mi memoria.

Debe ser por eso que para mi ha sido muy especial este cumpleaños de Sebas. Quise que sea un día especial para él, junto con Angélica lo preparamos días antes de tal forma que empezó a contar los días que faltaban para que llegue su cumpleaños. La noche anterior estaba feliz porque el día estaba por llegar, y llegó el día.

Ese día despertó feliz, estuvo muy contento desde que abrió los ojos. Camino al colegio aproveché en hacerle saber que su felicidad también era mía y que era el hombre más feliz del mundo por que él era mi hijo, le conté algún par de historias de cuando yo tenía seis años y oramos antes de dejarlo en el colegio. Antes de bajar del auto me preguntó quién era su nueva profesora en primer grado y desde luego me causó gracia que creyera que por cumplir seis años ya iba a entrar a un nuevo salón. Le expliqué que todo este año iba a seguir con su miss Siloé y que recién el próximo año iría a primer grado con todos sus amigos.

Sebastián nos pidió de regalo un auto de Fórmula 1 a control remoto que demoramos en encontrar con Angélica. Lo conseguimos en Radio Shack de La Encalada, hasta allá nos llevó nuestro deseo de que reciba un bonito regalo, y la verdad que le encantó. El ahora es un apasionado de la Fórmula 1 (hoy vio casi de cabo a rabo en Grand Prix de Valencia) y es hincha de la escudería Red Bull; ya sabe que los pilotos del team son Sebastián Vettel y Mark Webber, Le gusta que un piloto de F1 lleve su nombre. Su fascinación por la F1 empezó cuando lo llevé a ver a David Coulthard en la exhibición en la Av.La Marina, evento que por nada del mundo yo podía perderme. Sebas nunca ha visto un partido de fútbol conmigo en la televisión, y se ha negado de todas las formas a acompañarme al estadio, pero ya encontramos algo que nos gusta ver juntos: Las carreras de la Fórmula 1. El otro regalo que le hizo Angélica fue una bonita tortuga de agua (una muy pequeñita) a quien Sebastián de la puesto por nombre Pacman,

Sebas estuvo feliz ese día, sobre todo cuando por la tarde y por la noche empezaron a llegar casi todos los miembros de la familia, con algunos ausentes por temas de trabajo. El día acabó muy bonito, recordando todo lo que pasó en el día, viendo sus regalos y dando gracias a Dios porque Sebas crece y madura cada día más.

Al final de este posteo, solo me queda agradecer a Dios por la vida de nuestro hijo. Dios lo ha puesto en mi vida para cuidarlo y criarlo en sus caminos, pero creo que también para hacerme más paciente y trabajar los puntos débiles que abundan en mi vida.
¡Feliz Cumpleaños Sebas, y que cumplas muchos, muchísimos años más!