Hay anécdotas que uno no va a olvidar nunca, y que seguramente serán contadas una y muchas veces más.
Una de las lindas costumbres que tenemos en la familia Rodriguez Huapaya es que en los cumpleaños de algún miembro de la familia todos cuentan historias y recuerdos de quien cumple años. Desde luego las mejores anécdotas se repiten año tras año, y lo curioso es que todos los años causan muchísima risa. Una de esas anécdotas nos pasó a mi esposa Angélica y a mi con nuestra pequeña Angélica Rosalía.
Eran cerca de las 11 de la noche, y nuestra pequeña noctámbula empezó a inquietarse por querer dormir y empezó a fastidiarse, y desde luego a fastidiarnos también. Estábamos echados los tres en la cama (mis dos Angélicas y yo) y la pequeña empezó a pedirle a su mamá que la cargue y la pasee para quedarse por fin dormida. Desde luego le hicimos saber que ella ya está muy grande para cargarla y pasearla para quedarse dormida, y que normalmente ya no lo hacemos. Fue cuando la pequeña se bajó de la cama, se paró al lado su mamá y amagó con una pataleta.
-No la cargues Angélica.
Le dije a mi esposa, y mi hija empezó a salta sobre su sitio queriendo que la carguen (ella no habla aún).
Estábamos con la TV encendida cuando de pronto aparece el comercial de chocolates Sublime en donde sale la Caperucita Roja gritando y corriendo histéricamente, y detrás sale correteándola el lobo feroz (muy buen comercial, me encanta el mensaje).
- ¡Allí está! ¡Allí está el lobo que se lleva a las niñas que gritan como locas!
Angélica Rosalía se quedó petrificada mirando el comercial. Se subió a la cama.
- "¿E´bobo?¿Papá e'bobo?
- Si, el lobo.
Y acabó el diálogo. Un minuto después mi pequeña preciosa dormía plácidamente en mis brazos.
Realmente, cada que recuerdo la imagen no puedo evitar reirme. Ahora nos divertimos con mi hijita, ella imita a la Caperucita y yo imito al lobo. A ella le encanta, y a mi... no se me olvidará jamás.
Para los que no vieron el comercial, aquí se los dejo. ¿Se animan a contar una anécdota graciosa en un comentario?
Una de las lindas costumbres que tenemos en la familia Rodriguez Huapaya es que en los cumpleaños de algún miembro de la familia todos cuentan historias y recuerdos de quien cumple años. Desde luego las mejores anécdotas se repiten año tras año, y lo curioso es que todos los años causan muchísima risa. Una de esas anécdotas nos pasó a mi esposa Angélica y a mi con nuestra pequeña Angélica Rosalía.
Eran cerca de las 11 de la noche, y nuestra pequeña noctámbula empezó a inquietarse por querer dormir y empezó a fastidiarse, y desde luego a fastidiarnos también. Estábamos echados los tres en la cama (mis dos Angélicas y yo) y la pequeña empezó a pedirle a su mamá que la cargue y la pasee para quedarse por fin dormida. Desde luego le hicimos saber que ella ya está muy grande para cargarla y pasearla para quedarse dormida, y que normalmente ya no lo hacemos. Fue cuando la pequeña se bajó de la cama, se paró al lado su mamá y amagó con una pataleta.
-No la cargues Angélica.
Le dije a mi esposa, y mi hija empezó a salta sobre su sitio queriendo que la carguen (ella no habla aún).
Estábamos con la TV encendida cuando de pronto aparece el comercial de chocolates Sublime en donde sale la Caperucita Roja gritando y corriendo histéricamente, y detrás sale correteándola el lobo feroz (muy buen comercial, me encanta el mensaje).
- ¡Allí está! ¡Allí está el lobo que se lleva a las niñas que gritan como locas!
Angélica Rosalía se quedó petrificada mirando el comercial. Se subió a la cama.
- "¿E´bobo?¿Papá e'bobo?
- Si, el lobo.
Y acabó el diálogo. Un minuto después mi pequeña preciosa dormía plácidamente en mis brazos.
Realmente, cada que recuerdo la imagen no puedo evitar reirme. Ahora nos divertimos con mi hijita, ella imita a la Caperucita y yo imito al lobo. A ella le encanta, y a mi... no se me olvidará jamás.
Para los que no vieron el comercial, aquí se los dejo. ¿Se animan a contar una anécdota graciosa en un comentario?