Cuando escucho la palabra “Maratón” vienen a mi mente ineludiblemente el nombre de dos amigos míos: Miguel Morán que es un ex compañero de la Universidad (el terminó su carrera en el verano), y también el nombre de mi buen amigo Poher Samanez, ex compañero de trabajo en Braillard.
Además de ser un excelente amigo y persona, Poher es un buen esposo y mejor padre. Se que es capaz de darlo todo por Silvia (su esposa) y su pequeño Felipe Sebastián. Es una persona muy metódica y disciplinada, y un deportista sin remedio. El deporte es quizás el causante de que Poher aparente unos diez años menos de los que tiene. Siempre me animó a salir a correr, a que lo intente pero “no Poher porque soy un sedentario sin remedio”. Estuvo a punto de convencerme de que compre una bicicleta para irnos juntos al trabajo los sábados pedaleando juntos. Por poco me persuade a ser ciclista. Si, por poco. Me contaba de sus pedaleadas desde Magdalena hasta Lurín, y yo pensaba “este tipo está loco de remate, está bien culantro pero no tanto”.
El 31 de Mayo se corrió la Maratón 42K de Adidas. Supuse que Poher iba a correr la media maratón (21 kilómetros) porque creo que sólo un verdadero fondista, experimentado, con una preparación única es capaz de correr 42 kilómetros. Pero grande, muy grande fue mi sorpresa cuando Poher me envió un email contándome que había corrido la 42K y que la había terminado.
Me alegré mucho por Poher. Se que terminar la maratón ha sido algo muy especial para él. Lo que para uno es simplemente una carrera, para Poher fue LA CARRERA. Lo felicité con la emoción de saber que una de las cosas más importantes para él era terminar una maratón.
42 kilómetros es una distancia muy grande. Como referencia les digo que de mi casa (distrito de Pueblo Libre) hasta el final de la Autopista Ramiro Prialé en Huachipa hay 30 Kilómetros. Yo no llego ni a Salaverry!!!! jajaja.
Poher escribió una crónica hermosa de lo que fue para él ese 31 de mayo. La narración de los últimos kilómetros y de la llegada a la meta es emocionante y de lectura imperdible. Con la venia de Poher les comparto su éxito, narrado por él mismo. Desde aquí un abrazo a Poher. Un ejemplo de disciplina y de que uno debe ir detrás de su meta siempre, porque la distancia… es lo de menos.
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Dia 31 de Mayo 2009
KILOMETRO 0.- El despertador sonó a las 5:20 y a la primera me levanto, estaba fresco y pilas para iniciar el día, aún oscuro. Empiezo a acomodar mis cosas, suena el despertador de Cecilia (mi cuñada) que hizo camping en mi sala con Huguito (mi sobrino), también se levantan. Me voy a la ducha, mientras Silvita empieza a desperezarse. Ya nuestras ropas de correr están separadas. Nuestro desayuno: yogurt, granola, miel de abeja, 2 sobres de Magnesol, una pastilla multivitaminica GNC, una rebanada de pan y listo. Bien abrigado Felipe (mi hijo), y todos listos salimos a las 5:50 am, como lo habíamos planeado. Rumbo a recoger a Amalia (mamá de Silvita), llegamos a la Av. Brasil, y después de esperar 10 largos minutos salimos rumbo al punto de partida. En el camino iba tomando mi Blue Jean (energizante). Las calles desiertas, el alumbrado público aún no se ha apagado en este amanecer oscuro, ahora en otoño amanece a las 6:15, conforme manejo apurado, debido a que el acceso al Pentagonito solo era hasta las 6:30, pienso en la carrera, veo a Silvita algo nerviosa, igual me siento, pero, trato de no darlo a notar.
Llegamos a la Av. Parque del Norte, y empezamos a ver banderolas, estrados y puntos de servicio de agua instalándose, es que por aquí van a pasar los corredores, nos acercamos mas y vemos apostados en las esquinas, policías de tránsito, motociclistas, serenazgos, patrulleros, entonces mi corazón empieza a latir mas rápidamente y quiero llegar pronto.
Por fin llegamos, vemos un hermoso mar humano color amarillo que se movía desordenadamente por toda la calle principal, entramos parqueamos la camioneta y nos movilizamos al punto de partida.
Van a ser las 7 am. y ya estoy en la línea de partida con los demás 1,200 corredores de la maratón y los 2,800 de la media maratón, recorro con la vista el mar humano, ahora si ordenado, todos ansiosos, mas atrás diviso a una pareja de amigos corredores, están algo lejos para saludarlos, y quiero estar concentrado al iniciarse la carrera. Por el altavoz nos alertan que estemos preparados, ya he estirado, pero, me muevo para mantener alerta a todo mi cuerpo, anuncian el conteo regresivo, 10,9,8,…3,2,1 y un cañonazo nos lanza a todos a correr. Por fin, la masa de corredores empieza a avanzar, al inicio algo lento, pero, luego todos aceleramos, paso por el arco de salida, piso la alfombra que va a dar lectura al chip que llevo en la zapatilla e iniciar el inicio de mi cronometraje, es una emoción indescriptible, de verdad hay que estar ahí para saber lo que es ese momento.
Cruzo el arco de salida y salgo ligero sin presión, me siento el hombre mas feliz del mundo, me persigno y a correr, no voy ni lento ni apurado, digamos que voy a ritmo muy cómodo al 70%, la estrategia es correr 6 minutos por cada kilometro y tentar llegar a las 4 horas 20 minutos.
Fácil ganamos la primera calle, doblamos hacia la izquierda, siempre bordeando el Pentagonito, algunos me pasan a buena velocidad, pienso, serán corredores de alto nivel o loquitos entusiastas que a los pocos kilómetros se quedan sin aire. Sigo corriendo suelto, aún no focalizo, lanzo miradas distantes, para sentir la fiesta de la multitud de corredores que invadimos las calles.
KILOMETRO 3.- Llegamos al frente de la carretera Panamericana Sur, en mi cronometro marca 15 minutos de carrera, 3 minutos antes de lo previsto y me siento muy bien. Pasamos frente a un estrado en donde estaban tocando música criolla, mucha gente a los bordes de la vía donde corremos, llegamos a la Av. Parque del Norte, este es un tramo largo que va a desembocar en San Isidro.
KILOMETRO 6.- Las pocas personas apostadas al lado de la pista nos alientan, ahora pasamos frente a un estrado donde un grupo tocaba música de Soda Stereo, yo voy tarareando …”fuera de todo, inalcanzable”… mido mi respiración, y estoy fabuloso, puedo tararear sin problemas, con esto voy controlando los latidos de mi corazón, algunos recomiendan silbar para probar si el ritmo es el adecuado.
Como no deseo correr a tropel, trato de medirme con alguien que vaya a mi mismo ritmo, me quedo unos minutos atrás, a una distancia cómoda de ambos, lo sigo un trecho, y si me siento fuerte lo paso. Aplico esta estrategia con varios. Ya llegamos a la Av San Luis, todo el tráfico detenido y una señora reclamando a un policía el porque no la dejan pasar. Aquí la cultura de la maratón no está aún muy extendida como en otros lugares. En la Maratón de New York, hasta organizan fiestas improvisadas a los lados de la ruta, y las personas prácticamente llenan los lados de la vía.
KILOMETRO 10.- Ya estamos en San Isidro, terminamos la Av. Parque del Norte, seguimos de frente y a la izquierda, hacia Corpac, llegamos a Corpac doblamos a la derecha y de frente. Estamos cruzando la Vía Expresa, miro mi cronometro 52 minutos, fabuloso, mucho antes de lo previsto y aún cómodo con mi ritmo de carrera, sigo ligero. Aquí abro mi primer sachet de glucógeno, de vez en cuando trato de percibir si mi respiración y mi pulso están agitados, todo normal. Corro ahora pensando en mi hermanita Lucy, ella me contó que a modo de solidaridad con mi prueba iba a salir a correr el mismo día con sus amigas, está radicada en Estados Unidos y no la veo hace años, en estos momentos la sentía a mi lado corriendo. Doy un rezo de agradecimiento por ella.
KILOMETRO 14.- Llegamos al Parque Gonzales Prada de Magdalena, cuantas veces he entrenado en este parque, estoy atento, pues debo ver a Rochi (mi cuñada) en cualquier momento, pasamos frente a otro estrado, esta vez un grupo toca cumbia, veo a un grupo de personas, no encuentro a Rochi, empiezo a buscar a La Habana (es una perrita Siberiana, que encontré en la calle, en uno de esos días de entrenamientos la ví asustada asustada sin saber donde ir, Rochi la adoptó ), de repente es más fácil identificarla, nada. Terminamos el parque que tiene un kilómetro de largo, seguimos de largo a la Av. Del Ejército, con pena empiezo a dejar el Gonzales Prada, me digo: “posiblemente la venció el sueño”.
KILOMETRO 16.- Seguimos por la Av. Del Ejército hasta el Estadio de Miraflores, en ese tramo me siento muy fuerte, comencé a acelerar y mantuve el ritmo por algo de dos kilómetros, luego, lo bajé, para guardar fuerzas pensando en lo que aún me quedaba por delante. A estas alturas ya corro focalizado, siento todo lo que sucede a mi alrededor, pero, no me distraigo en mirar fijamente.
KILOMETRO 20.- Mi cronometro marca 1h 54m, todavía tengo ventaja sobre el plan establecido, me siento aún bien, no me siento cansado. Bebo mi segunda dosis de glucógeno. Pienso en mi tío Baltasar, ahora rezo por él, ruego para que se mejore y pienso en la tía Luz como debe de estar de preocupada, pido a Dios fuerzas para los dos.
La distancia entre corredores se va haciendo cada vez mas diferenciada. Paso por un punto de control, al pisar la alfombra el chip marca y suena un pitillo, si algún corredor no es registrado en estos controles, es eliminado de la carrera, no lo consideran en el conteo final.
KILOMETRO 23.- Estoy corriendo por los Malecones de Miraflores. Mi primer calambre, en la pantorrilla derecha se me hace una pelota, me preocupo, pues si bien sigo con físico, mis músculos pueden no responderme, un calambre prolongado, puede hacer que pare la carrera y abandone. Siento el agarrotamiento y trato de relajarme, el calambre se va, todo esto ocurre sin dejar de correr, sigo adelante.
KILOMETRO 27.-Subimos por la Av. 28 de Julio en Miraflores, hacia Barranco. Ahora siento acalambrados ambas pantorrillas, trato de no preocuparme, escucho un ruido y veo a un corredor botando sus pulmones por la boca, es que debido al esfuerzo y posiblemente un desayuno no adecuado o a la falta de este le haya sobrevenido las nauseas, lo paso de largo.
KILOMETRO 30.-Ya estamos en Barranco, ahora si siento un poco de pesadez en el cuerpo, tengo las pantorrillas agarrotadas y los muslos en igual situación, sigo adelante. Me imagino que voy llegando a una tribuna donde están los míos, mis sobrinos que no los he cargado y hermanos que no los veo hace tiempo, todos en el extranjero, me alegro, voy llegando, llego, todos me saludan, cruzo la tribuna y sigo corriendo.
El juego mental es importante en este tipo de carreras, una desconcentración puede motivarme a parar, lo que a su vez, puede entumecer mis piernas e impedirme continuar.
KILOMETRO 31.- A pesar que estoy empapado de sudor, siento un escalofrío en todo el cuerpo, y me viene a la mente el famoso “MURO”.
El “MURO”, es el momento en la maratón que se presenta generalmente a partir del kilometro 30, en que el cuerpo siente el rigor del esfuerzo y empieza a acumular ácido láctico en los músculos, produciendo dolor en estos, muchos abandonan en este momento, para comprender que es lo que se siente, uno puede experimentar corriendo a todo trote una cuadra, luego va a sentir como los músculos queman tanto que uno no puede levantar la pierna.
Sigo corriendo atento a como responde mi cuerpo, otro escalofrío me invade, corro tratando de relajarme, aunque algo preocupado.
KILOMETRO 33.- Estamos en Surco, una Av. Tremendamente larga, no hay cuando acabe, el ritmo de carrera que estaba llevando ha decaído, al punto de estimar tiempos de mas de 6 minutos. Diviso a una persona que en el camino recibe saludos, lo identifico como el alcalde de San Borja Alberto Tejada, su paso era algo mas lento que el mío, corrí a tras de él un trecho, luego lo paso.
En el camino ya no encuentro los marcadores de kilometraje, o es que estoy tan metido en mi esfuerzo que dejo de verlos, ya no levanto la muñeca para ver el tiempo que tengo corriendo, ahora solo me concentro en correr. Me viene a la mente nuevamente el muro, y algo de aliento me llega, pues, me doy cuenta que lo he superado sin problemas.
KILOMETRO 36.- Nuevamente de regreso a Miraflores, seguimos todo Benavides, Av. Santa Cruz, ya la distancias entre los corredores se mide en cuadras, mientras me acerco al Ovalo Gutiérrez, percibo una persona que se me acerca en forma diagonal, hasta me dio la impresión que estaba a punto de cruzar la calle y para no chocar levanto la mirada, era una señora de edad, se detiene y me dice: “Que fuerte eres, sigue a delante, sigue adelante”, atino a sonreírle y prosigo mi carrera con un poquito de mas fuerza. Vamos falta sólo 6 kilómetros.
KILOMETRO 38.- Ya corremos en la Av. Parque del Sur, por fin la calle de regreso, la última avenida, rumbo a la meta, ya entramos a San Borja, falta pocos kilómetros, pero, son los mas duros, mi ritmo de carrera ha decaído aún mas, el alcalde de San Borja me pasa, yo impotente lo veo alejarse, sigo a mi paso cadencioso, pero, sigo. Ya no focalizo, de vez en cuando levanto la mirada, para divisar algo que diga “llegada”, pero solo veo cuadras distantes
KILOMETRO 40.- Sólo faltan dos kilómetros, ya a los lados de la pista hay bastantes personas observando la carrera, todos alientan, sonrió y sigo con mi tortura, cada paso que doy es un dolor que contener. Al levantar el pie, siento un dolor terrible en la pantorrilla, el musculo se contrae, son calambres que duran hasta que empiezo a bajar esa pierna, pero, mientras, en la otra pierna sucede el mismo calambre con el siguiente paso.
A pesar de estar tan cerca, da ganas de parar y decir “cumplí”, pero, no, trato de darme fuerzas, me concentro y para alejarme del dolor hago cálculos mentales, me digo que para llegar al kilometro 41 faltan 1,000 metros osea mil pasos, empiezo a contar: 1,2,3, …, pierdo el conteo, empiezo de nuevo 1,2,3,…. sigo y no hay cuando acabe este kilometro, es el mas largo de la carrera.
KILOMETRO 41.- Por fin veo el marcador kilometro 41, por fin, a los lados de la pista cada vez veo mas gente, ya falta poco, no conozco a nadie, pero igual me alientan, recibo aplausos, …ya llego… corro y calculo deben faltar algo de 800 pasos, cuento nuevamente, levanto nuevamente la vista y por fin la llegada, ya puedo escuchar los parlantes del animador del evento y la música, veo gran cantidad de gente esperando a los corredores, por fin, …
KILOMETRO 42.- Sigo corriendo o tratando de correr, levanto nuevamente la vista, y diviso a Silvita, en la pista haciéndome señas, recién ahí, recupero algo de fuerzas, y levanto un poco el ritmo, estoy a una cuadra de ella, pero, nunca llego, por fin, me acerco, veo a Rochi, Amalia, Lucho, La Habana y a una amiga saludándome, Hilda, a todos los recorro con la vista, yo lanzo la sonrisa mas dichosa de toda la carrera, todos gritan como si fuera el primero en llegar, como si fuera el ganador de la carrera y es que en verdad, lo soy.
Los paso de largo, faltan unos metros, llego a una curva hacia la izquierda, diviso por fin la meta, a los lados de la pista están las barandas abarrotadas de gente, vienen las tribunas llenas todas, pica, pica, música a todo volumen, levanto la vista y corro mirando la meta, como deseando que esta me jale o como deseando ya estar en ella, todos gritan y aplauden, parece que fuese el primero en llegar, me siento un “CAMPEON”, por fin la meta, solo unos pasos, veo la alfombra de control, y hasta que la cruzo. Llegué , 4 horas 48 minutos 40 segundos. LLEGUE! Y me siento un GANADOR!
GRACIAS A TODOS, POR SU ALIENTO, POR SU SOLIDARIDAD O SOLAMENTE POR DEJARME COMPARTIR ESTA INOLVIDABLE EXPERIENCIA.
POHER.