Han pasado 25 años desde que invité a Jesús a vivir en mi corazón y hacerlo el Señor de mi vida. Era apenas un niño de 10 años cuando en una noche fría del mes de Noviembre de 1984 hice una oración pidiendo a Jesús que perdone mis pecados y que viva dentro de mí. Es cierto ¿Qué pecados tendría que perdonar Jesús a un pequeño niño como lo era yo? ¿Cuántos pecados pude haber acumulado en esos 10 años de corta vida? Con seguridad les digo que no muchos, pero con seguridad también les digo que a mi corta edad comprendí el sacrificio de amor que Jesús hizo por mí cuando murió en la cruz. A los 10 años escuché por primera vez el verdadero sentido de la muerte de Jesús y del amor que tuvo por nosotros, pues a pesar de haber estudiado en un colegio católico nunca escuche como aquella noche todo lo que Jesús tuvo que hacer por amor a mí. Y así, siendo un pequeño niño sin grandes pecados acumulados me hice hijo de Dios a través de una oración, y a partir de allí adopté una fe grande en aquel que lo entregó todo por mí.
Han pasado 25 años y ahora soy un hombre adulto que durante todos estos años aprendió que lejos de Jesús no es lo mismo ni es igual. En estos 25 años Dios me ha mostrado tanto, me ha dado tanto, me ha bendecido tanto que es imposible para mi no considerarlo en las cosas que hago. Todos estos años he sido testigo de una obra milagrosa de Dios en mi vida, me considero un milagro de Dios si necesidad de haber acumulado grandes pecados en mi vida. Me considero un milagro de Dios porque solamente él puede dar tal multitud de bendiciones a una persona tan común y corriente como yo, porque simplemente El no me ve de esa manera, El ve en mí a un hijo amado y a alguien especial y diferente de los demás.
En todos estos 25 años Dios ha sostenido mi vida y la vida de mi familia de una manera maravillosa. Yo puedo decir hoy como dijo alguna vez el salmista David: “Te alabaré porque formidables, maravillosas son tus obras. Estoy maravillado y mi alma lo sabe muy bien”.
Estuve pensando en hacer una crónica de estos 25 años caminando de la mano de Jesús. Estuve pensando muchos días en lo que podría escribir y desde luego, consideré que sería mezquino precisar todo lo que viví en una sola entrada de este blog. Simplemente mi Dios sabe que todas sus bendiciones las guardo en mi corazón y que mi deseo es escribir todo esto como una muestra de agradecimiento por todo lo que ha hecho por mi. Pienso en todas sus bendiciones y se me eriza el cuerpo de recordar sus múltiples muestras de amor para conmigo.
Finalmente amigo mío, como un homenaje a Jesús por estos 25 años, quiero decirte que ese mismo Dios que me bendijo con el regalo tan grande de la salvación tiene un gran amor guardado para ti. El espera con sus brazos abiertos el momento que abras tu corazón a él. No importa cuantos pecados cargues acumulados. No necesitas tener muchos para invitarlo como Señor de tu corazón. Tampoco debes temer si cargas un gran bagaje de pecados, El puede perdonar todos tus pecados si vienes a El con un corazón arrepentido y le pides que viva en tu corazón. Te dejo unas palabras que el mismo Jesús dijo: “Venid a mi todos los que están cansados y cargados, y yo los haré descansar”.
3 comentarios:
Dios es bueno y para siempre es Su Misericordia, en respuesta y reconocimiento a ese amor tan grande,debes amarlo con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas.TQM.
asi esmi querido bicho, EL todo lo puede y a EL nos debemos, comparto contigo el amor hacia nuestor senor jesucristo, ya que yo tambien desde que le pedi que me ayudara a encontrarlo y lo encontre mi vida cambio, cuanto hubiese querido yo que fuese a los 10 anios como tu, pero solo el sabe cuando hacerlo, y porque razon hace las cosas, lo importante es que esta en mi y yo en el
chichi
www.elcornerdechichi.blogspot.com
Que lindo tu testimonio, es una bendición el conocer a Jesús porque El lo es todo, yo quiero compartirte mi testimonio de sanidad divina y darle toda la Gloria y la Honra a nuestro Señor Jesucristo en mi blog www.creeenjesusyserassalvo.blogspot.com. Te saludo desde El Salvador.
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