lunes, 25 de febrero de 2008

EL PEQUEÑO QUE ME SIGUE


“EL PEQUEÑO QUE ME SIGUE”

Quiero ser muy cuidadoso
porque un pequeño me sigue.
No quiero yo desviarme
porque temo que él me siga.

No escapo de su mirada,
lo que me ve hacer también lo intenta.
Como yo soy,quiere ser también,
el pequeño que me sigue.

Debo recordar mientras vivo,
en los veranos soleados y la nieve de invierno,
que estoy construyendo los años
del pequeño que me sigue.

(Tomado de “Desarrolle el líder que está en usted” de Jhon Maxwell)


El pequeño que me sigue tiene 4 años y 4 meses y se llama Sebastián Andrés. El nació el 18 de Agosto del 2003 en la Clínica Good Hope del distrito de Miraflores. El pequeño que me sigue quiere ser como yo, y me lo ha dicho mil veces. Felizmente aún no entiende que soy un ser lleno de imperfecciones (no me refiero a las físicas y evidentes jeje) que requiere aún ser trabajado por las manos del Maestro. El hecho que aún no entienda de ello, felizmente también, me da tiempo para trabajar esos aspectos que ya han sido perfectamente identificadas gracias a las críticas amorosas de mi esposa y otras de algunos entrañables amigos.

Hay momentos que disfruto enormemente con el pequeño que me sigue. Por ejemplo esos mágicos 10 minutos de camino desde nuestra casa hasta el colegio. Pasar por el colegio feo y “que feo ese colegio papito todo pintarrajeado, todos los niños están tristes ¿no papito? Mi colegio es bonito los papitos y mamitas se quedan felices, pero este colegio es tan feo” y no pasan ni dos cuadras y “si, si, si, yo quiero que me dejes en el colegio feo”, es entonces que el nudo en la boca del estómago aparece y la carcajada no logra quedarse dentro. Lamento la llegada de las vacaciones para él (aunque bien merecidas las tiene), pero a mis mañanas le faltan esos mágicos 10 minutos.

Esto de la influencia es toda una responsabilidad, y queramos o no, todos influimos o somos influenciados por algo y/o por alguien. Para mi es una carga, que acepto con la mayor responsabilidad y amor, ser la persona de mayor influencia en “el pequeño que me sigue”. La otra vez cruzaba la avenida Brasil a la altura de San Felipe mientras la luz del semáforo estaba aún en verde, y mientras la cruzaba éste cambió a ámbar y luego a rojo sin que yo haya terminado de cruzar la avenida. “Papito te pasaste la luz roja, eso no se hace”. No hubo forma de hacerle entender que cuando empecé a cruzar la avenida el semáforo estuvo en verde y que no había cometido una infracción. “Cuando yo sea grande también voy a cruzar cuando el semáforo está en rojo, si, yo también”. He necesitado muchos días y muchos semáforos para enseñarle al pequeño que me sigue que hay que respetar el semáforo. Hace unos días mientras jugaba con su Lego de policías el agente motorizado le decía a otro muñeco: “Por haberse pasado una luz roja, lo voy a llevar a la cárcel”. Sonreí pensando que había conseguido entender mi enseñanza. Me alegré y decidí cuidar cada paso que doy para no ser una mala influencia para el pequeño que me sigue.

En estos días de vacaciones, he pasado mucho tiempo con Sebastián. Han sido días que seguramente el no olvidará nunca. He disfrutado momento a momento sus días, las cosas que le gustan, sus temores, sus ocurrencias, sus seguidillas de preguntas y sus locuras. Hay tanto por hacer en la vida de mi niño, lo veo hacer la siesta a mi lado y proyecto mi mente y lo veo allí mismo echado con un pequeño que lo sigue, que le hace las mismas preguntas repetidas y rebuscadas como las que me hace a mi. ¿Qué habrá de ser del pequeño que me sigue? Solo se que mientras Dios me de fuerzas, detendré el mundo con mis manos si es necesario, para hacer de él un hombre que ama a Dios, a su familia, a su prójimo; una persona que por encima de sus logros personales tenga en cuenta que un divino ojo visor ve cada uno de sus pasos y en función a ello actúe.

Falta mucho por recorrer, esto recién empieza para mí, y desde luego para él también. Quiero que el pequeño que me sigue encuentre su mejor influencia en la vida de Jesús, pero ahora mismo es muy difícil para el entender los conceptos de divinidad y de omnipresencia de Dios. La mejor referencia de un ser superior para mi hijo definitivamente soy yo: soy más fuerte que él, soy más grande que él, él depende de mí, yo decido por ahora sus pasos y las cosas de su entorno, y por eso mismo quiero que en base a su relación conmigo, Sebastián pueda establecer una sana relación con Dios Padre.

Algún día el pequeño que me sigue será grande y seguramente tendrá un pequeño que lo sigue. Ojala Dios me conceda el ser testigo de esos días, y ser un espectador de la forma en como él guiará a ese pequeño que lo seguirá. Allí me daré cuenta si logré cumplir mi objetivo en esta tierra: Hacer de mi hijo una persona honorable ante los ojos de Dios, de los hombres, y desde luego… del pequeño que lo siga.

Te amo “Muñequido”.
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Publicado originalmente el 18.01.2008 en http://elrincondeltavo.blog.terra.com.pe

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Que bendición el compartir con nosotros tus responsabilidades y cargas de ser "ejemplo" para tu pequeño que te sigue :), yo tmb te puedo seguir ja ja ja ja, una bromita amigo. Estaré orando por ti y tu familia.
Kattya Rochabrun

Anónimo dijo...

No es anonimo mi comentario, solo es más rápido esta opción. :)
Kattya R.

Anónimo dijo...

Hermano yo tengo dos de esos pequenos, siendo el mayor de ellas un jovencito ya. El tiempo con los hijos es irreemplazable, conocer de sus deseos, de sus anhelos, de sus sueños es algo que Dios nos regala cad dia por el hecho de ser el papá que ellos siempre miran. No tengo la suerte de ser padre de una niña, pero mis hijos varones son mi sosten, son mi ilusión, son la extension de mi vida, son la bendicion que Dios le dio al hogar que formamos con mi Enana hace ya casi 20 años.

Gustavin, me hiciste volar a mis primeros años de papá, no ha cambiado mucho, solo que mi hijo mayor ya se afeita y el mas pequeno tiene el pie casi tan grande como el de su mami.

Un abrazo a los dos, al papá y la hijo, que Dios los Bendiga!
LG

Anónimo dijo...

Muy buen posteo. Espero que la promesa que les dejo, siempre esté fresca en su corazón. Job 8;7

Anónimo dijo...

jajajajaja por favor enseñale al pequeño que te sigo "QUE NO JUEGUE CON LAS COLONIAS DE SU TIA" aún así lo amo mucho

Anónimo dijo...

Recuerdo clarito cuando vi al Sebas' por 1era vez, fue un domingo en la iglesia y recuerdo graciosamente que a la salida del culto Angie (tu sabes que así llamo a Angelica de cariño) tenía en brazos al bebe y cuando levanta la mantita para que yo lo vea mejor,,el Sebas' me mira y me sonrie de una manera que de sólo recordar me da risa y me enternece, para mi, en serio fue uno de los momentos más bellos de mi vida. Felicitaciones Tavo' y Angie por el hermoso angelito que tienen. Los quiero mucho. Laura

Anónimo dijo...

Gustavo,
al leer tu blog, me doy cuenta que tienes alma de poeta, hablar asi de Sebas me conmueve...no tengo la dicha de ser madre aún, pero al verlos a ustedes, me dan la seguridad de que Dios en algun momento nos premia con la dicha de tener un hijo...Un gran abrazo, y sigue escribiendo ....

Anónimo dijo...

Querido Gustavo, que lindo sentir del gran amor que sientes por los tuyos, esa etapa en la que uno disfruta de la inocencia de nuestros hijos, es única. Solo quería dejarte un versículo de la Biblia en Provervios 20:7 "Camina en su integridad el justo; Sus hijos son dichosos después de él"
Carños.

Anónimo dijo...

Nuestro pequeño muñequido, nuestra primera ilusiòn, nuestro primer experimento como padres, nuestro primer reto de cada dìa y la abundancia de amor de Dios para nosotros el verlo crecer con su genio,alegria,amor,terquedad,ìmpetu,etc,etc Con todo es nuestro Sebas...